Esta pieza fue mostrada por primera vez en la Sala de Doña Petronila, en el Museo de Huesca, dentro de la exposición: “La construcción del silencio”, entre enero y abril de 2018. Muestra comisariato por Carlos Delgado Mayordomo.

Está compuesta por 26 piezas, circulares y tridimensionales, de yeso distribuidas sobre dos planchas de madera. Incorpora, además, dos elementos recurrentes en la obra de Ignacio Llamas: luz y sonido. Tiene un marcado carácter instalativo.

En ella se reflexiona sobre el hecho de que el ser humano nunca construye su identidad de forma aislada, cada una de las circunstancias que le acompañan en su vida reforman su personalidad – “yo soy yo y mis circunstancias”, José Ortega y Gasset.

Trata de poner en evidencia el hecho de que la identidad no es algo a conquistar o una meta ya conseguida. Por el contrario, concibe ésta en constante transformación – “estamos aferrados a nuestra identidad asumida como un hecho y no como una construcción interminable y nunca concluida”, Umberto Galimberti.