Desgarros, 2017 - 2019
 

Desgarros 01, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 02, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 07, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 08, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 10, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 11, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 14, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 15, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 16, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 19, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 20, de la serie Desgarros. 2017. Impresión digital y libro. 17,5 x 24,5 x 3

Desgarros 23, de la serie Desgarros. 2018. Impresión digital y libro. 16 x 21,5 x 3

Desgarros 27, de la serie Desgarros. 2019. Impresión digital y libro. 12 x 17 x 4

Desgarros 29, de la serie Desgarros. 2019. Impresión digital y libro. 12 x 17,5 x 4

Desgarros 31, de la serie Desgarros. 2019. Impresión digital y libro. 16,5 x 21,5 x 2

Desgarros 32, de la serie Desgarros. 2019. Impresión digital y libro. 13 x 20,5 x 4

Desgarros 33, de la serie Desgarros. 2019. Impresión digital y libro. 18 x 24 x 2

Desgarros 34, de la serie Desgarros. 2019. Impresión digital y libro. 12 x 20,5 x 3

Desgarros

La obra Desgarros se construye poniendo en diálogo un libro que actúa a modo de soporte con una imagen fotográfica, que es acogida por éste, y que opera como contenido.

Formalmente el libro aporta volumen a la imagen, alejándola de su bidimensionalidad característica y convirtiéndola en un objeto. Esta relación que se establece entre ambos elementos no se reduce a su formalización. Elegir un libro no es casual pues dota de nuevos contenidos a la fotografía. El principal es evidenciar que una imagen es una fuente de sabiduría y en el caso de una imagen artística una fuente de conocimiento profundo.

El título Desgarros permite una doble interpretación. Una primera más superficial asociada al material que compone la propia obra y que tiene que ver con la construcción (destrucción) de ésta. Y una segunda interpretación, más onda, que alude al contenido que propone la pieza: el dolor. Llamas lleva trabajando en este concepto varios años, profundizando en el hecho de que el dolor, en cualquiera de sus diferentes variantes, si es asumido por el ser humano y en cierto modo positivado, le construye como persona. En este tiempo se han ido desgranando diferentes acepciones en las que el dolor se hace presente. Así se puede constatar en los títulos de otras series suyas: Incertidumbres, Ausencias, Límites, Vacíos… En esta ocasión se aporta y profundiza en una nueva.